Durante décadas, esta cuestión fue el motor de la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI), un esfuerzo paciente y metódico por escuchar susurros de radio en la vasta sinfonía cósmica. Los Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI), o UAP por sus siglas en inglés, a menudo relegados al ámbito de la pseudociencia, han experimentado recientemente una notable transición hacia la investigación científica rigurosa, impulsada por datos militares y un creciente interés académico. Ya no se trata solo de buscar «luces en el cielo», sino de aplicar las herramientas de la física y la astronomía para caracterizar objetos que desafían nuestra comprensión.

En este contexto de renovado rigor científico, un equipo de astrónomos ucranianos ha publicado una investigación que añade una capa de profundidad y misterio al fenómeno. Su trabajo, titulado «Unidentified Aerial Phenomena. Characterization of Dark UAPS«, nos obliga a considerar una nueva y desconcertante categoría de objetos: los «Fantasmas», entidades que no brillan, sino que absorben la luz, moviéndose a través de nuestra atmósfera y más allá con características que la física convencional lucha por explicar.

El estudio, publicado en febrero de 2025, fue liderado por Boris Zhilyaev, junto a sus colegas Vladimir Petukhov y Sergey Pokhvala, todos afiliados al Observatorio Astronómico Principal de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania en Kiev. El Dr. Zhilyaev es un astrónomo con una larga trayectoria, especializado en fotometría estelar, física de estrellas variables y la aplicación de técnicas de alta precisión en la observación astronómica. Su experiencia en el análisis de luz y la variabilidad de objetos celestes proporciona una base sólida y creíble para abordar un tema tan complejo como los UAP. Este artículo se sumerge en las profundidades de su investigación, explorando la metodología, los sorprendentes hallazgos y las profundas implicaciones de la existencia de estos «UAPs oscuros». La pregunta fundamental que exploraremos no es si existen, ya que su detección, según los autores, es un «hecho experimental», sino qué nos dicen sus increíbles propiedades sobre la naturaleza de lo que estamos observando.

De «Cosmics» a «Phantoms»: Una Nueva Taxonomía para lo Inexplicado

El primer paso en cualquier disciplina científica es la clasificación. Los astrónomos de Kiev proponen una taxonomía sencilla pero fundamental para los UAP, basada en su propiedad observable más básica: su apariencia contra el fondo del cielo. Distinguen dos tipos principales:

  1. «Cosmics»: Son objetos luminosos, más brillantes que el cielo diurno o nocturno. Corresponden a la imagen clásica del «platillo volante» o las misteriosas «luces» que se reportan con frecuencia.
  2. «Phantoms»: Son objetos oscuros, con un contraste extremadamente bajo, a veces de apenas un pequeño porcentaje sobre el fondo del cielo. Estos objetos no emiten ni reflejan luz de manera significativa; por el contrario, la bloquean. Son, en esencia, sombras en movimiento.

La detección de estos «Phantoms» es un desafío técnico monumental. Su alta velocidad hace que las fotografías y vídeos convencionales sean inútiles; el objeto ya se ha ido antes de que el obturador se cierre. Para capturarlos, los investigadores tuvieron que ajustar su equipo con parámetros muy específicos: velocidades de obturación extremadamente rápidas, altas tasas de fotogramas y un amplio rango dinámico para poder discernir una sombra sutil contra un cielo brillante. Es este desafío el que, quizás, explica por qué estos objetos han pasado desapercibidos durante tanto tiempo para la ciencia formal.

El Ojo de Kiev: Triangulando un Objeto a Velocidad de Escape

Figura de la Izquierdam UAP sobre Kiev. Figura de la Derecha, UAP sobre Vinarivka

El primer caso de estudio presentado en el paper es, quizás, el más asombroso por la precisión de su metodología. Los investigadores utilizaron dos estaciones de observación de meteoros, una en Kiev y otra en el pueblo de Vinarivka, separadas por una base de 120 km. Este montaje es crucial, ya que permite la observación simultánea del mismo objeto desde dos puntos de vista diferentes.

  • Metodología y Tecnología: Usando cámaras de alta velocidad (ASI 294 MC Pro y ASI 174 MM) sincronizadas con una precisión de un milisegundo, el equipo capturó un objeto oscuro en el cielo diurno del 17 de octubre de 2022. La diferencia en la posición aparente del objeto desde las dos estaciones, un efecto conocido como paralaje, permite calcular su distancia con simple trigonometría. Pensemos en nuestro propio sistema de visión: nuestros dos ojos nos dan percepción de la profundidad gracias al paralaje. A escala astronómica, una base de 120 km permite hacer lo mismo con objetos muy lejanos.
  • Resultados Asombrosos: Los datos revelaron unas características que se sitúan en los límites de lo conocido:
    • Distancia y Altitud: El objeto se encontraba a una asombrosa distancia de 2,600 km, a una altitud de 1,130 km sobre la superficie terrestre. Esto lo sitúa muy por encima de la Estación Espacial Internacional y en la exosfera, el borde mismo de nuestra atmósfera.
    • Velocidad: Su velocidad lineal fue calculada en 78 km/s. Para poner esto en perspectiva, la velocidad de escape de la Tierra (la velocidad necesaria para vencer la gravedad terrestre y viajar al espacio profundo) es de aproximadamente 11.2 km/s. Este objeto se movía casi siete veces más rápido.
    • Tamaño y Reflectividad: A partir de su tamaño angular y la distancia calculada, se estimó que el objeto tenía un diámetro de unos 3 ± 0.4 kilómetros. Además, mediante un análisis fotométrico que compara el brillo del objeto con el del cielo y la radiación solar, se calculó su albedo (su capacidad para reflejar la luz) en apenas 0.037, o un 3.7%. Es un objeto tan oscuro como el carbón, que absorbe casi toda la luz que incide sobre él.
Imagen de la izquieda, imagen del objeto. Imagen de la derecha, mapa de color del objeto.

Sombras sobre la Luna: Analizando el Incidente Carlotto

Para reforzar sus hallazgos, el equipo ucraniano aplicó sus técnicas de análisis a un caso completamente independiente: un vídeo grabado en 2020 por el astrónomo y analista de imagen estadounidense Dr. Mark Carlotto, que mostraba tres objetos oscuros sobrevolando la superficie lunar.

Fotogramas de vídeo original
  • Análisis y Corroboración: El vídeo muestra claramente a los objetos proyectando sombras sobre la superficie lunar, lo que confirma su proximidad a la Luna y su considerable tamaño. Los autores del paper realizaron un análisis colorimétrico, utilizando el cráter Endymion como «regla cósmica» de tamaño conocido (95 km de diámetro).
  • Hallazgos Consistentes: Sus cálculos confirmaron y refinaron las estimaciones iniciales de Carlotto:
    • Tamaño: Los objetos tenían dimensiones kilométricas, con uno de ellos midiendo aproximadamente 6.8 km de largo por 3.5 km de ancho.
    • Albedo: Comparando el brillo de los objetos con el de la superficie lunar (cuyo albedo es conocido, 0.067), calcularon un albedo para el objeto de tan solo 0.025, o 2.5%. De nuevo, se trata de un «Phantom», un cuerpo extremadamente oscuro.
    • Color: El análisis del color en los filtros RGB, convertido al sistema astronómico estándar (Johnson BVR), confirmó que el objeto era intrínsecamente muy oscuro y de color neutro, casi marrón.
Imagen de la izquierda, diagrama de color del objeto con filtro RGB Bayer. Imagen de la dereha, imagen restaurada del objeto.

Este segundo caso es crucial porque proporciona una corroboración independiente. Dos conjuntos de observaciones distintas, una sobre la Tierra y otra sobre la Luna, revelan la existencia de objetos con características notablemente similares: tamaño kilométrico y albedo extremadamente bajo.

El Fantasma del Frente de Batalla: Observación en el Infrarrojo

El tercer y último caso analizado en el estudio es quizás el más crudo y contemporáneo. Proviene de un vídeo grabado el 24 de febrero de 2024 por la 406ª batallón de las Fuerzas Armadas de Ucrania utilizando un dron DJI Mavic 3T equipado con una cámara termográfica.

Figura de la izquierda, fotograma típico del video. Figura de la derecha, IAP oscuro de forma elongada.
  • Un Contexto Diferente: La observación no fue astronómica, sino militar y nocturna. La cámara no captaba luz visible, sino radiación infrarroja (calor) en la longitud de onda de 8 a 14 micrómetros. El vídeo mostraba un objeto oscuro y alargado, inmóvil al principio y luego alejándose a gran velocidad.
  • ¿Qué Significa «Oscuro» en el Infrarrojo? Ser «oscuro» en una imagen térmica significa que el objeto es más frío que el fondo atmosférico circundante. No emite calor propio, descartando así cualquier sistema de propulsión convencional como un motor a reacción o un cohete. Los autores afirman que «no emite y tiene las características de un cuerpo completamente negro».
  • Estimaciones y Características: A pesar de la naturaleza diferente de la observación, el equipo aplicó un método de estimación de distancia basado en el contraste del objeto y la dispersión atmosférica en el infrarrojo.
    • Distancia y Altitud: Se estimó que el objeto se encontraba inicialmente a 88 km de distancia y a una altitud de 8 km.
    • Velocidad: Durante los 17 segundos de observación, recorrió 14 km a una velocidad constante de aproximadamente 806 m/s, lo que equivale a Mach 2.5. Una velocidad hipersónica mantenida sin firma de calor aparente.
    • Tamaño: El tamaño estimado era, una vez más, colosal: unos 6 km de ancho por 1.5 km de alto. Los autores lo comparan, evocadoramente, con Laputa, la isla flotante del libro «Los viajes de Gulliver».

El Gran Silencio Oscuro

La síntesis de estos tres casos de estudio pinta un cuadro coherente y profundamente desconcertante. El trabajo de Zhilyaev, Petukhov y Pokhvala, basado en métodos astronómicos rigurosos como la paralaje y la fotometría, presenta evidencia de la existencia de una clase de fenómenos, los «Phantoms», con propiedades recurrentes y extremas:

  • Tamaños Gigantescos: De 3 a 6 kilómetros, comparables a pequeñas ciudades o asteroides.
  • Velocidades Extraordinarias: Desde velocidades hipersónicas (Mach 2.5) en la atmósfera baja hasta velocidades cercanas a la de escape terrestre (78 km/s) en la exosfera.
  • Oscuridad Profunda: Un albedo extremadamente bajo (2-3%), lo que significa que absorben casi toda la luz y no emiten calor detectable, comportándose como «cuerpos completamente negros».

Los autores concluyen que la forma más fiable de avanzar en esta investigación es a través de más observaciones de dos lados. La instalación de redes de cámaras de alta velocidad, sincronizadas y separadas por amplias bases, podría permitir la detección y caracterización sistemática de estos fenómenos, transformando los datos anecdóticos en un robusto cuerpo de evidencia científica. Necesitamos más ojos en el cielo, pero ojos que trabajen juntos.

Durante más de medio siglo, el «Gran Silencio» ha definido nuestra búsqueda de inteligencia cósmica: la desconcertante ausencia de las señales de radio que esperábamos encontrar. Este estudio sugiere una forma diferente y más literal de silencio: la presencia de objetos que no anuncian su existencia con luces o energía, sino que se envuelven en la oscuridad. Son un silencio visual, una negación de la reflexión.

No sabemos qué son estos objetos. Podrían ser fenómenos naturales aún no descubiertos que operan bajo principios físicos que apenas comenzamos a vislumbrar. O podrían ser otra cosa, algo que nos obliga a reevaluar nuestra posición en el cosmos. Lo que este riguroso trabajo científico nos dice es que hay algo ahí fuera, algo masivo, rápido y oscuro, que merece nuestra más seria atención. Nos invita a mirar al cielo de nuevo, no solo buscando el brillo de las estrellas lejanas, sino también las sombras que se mueven, silenciosas y fugaces, mucho más cerca de casa. El universo no solo podría ser más extraño de lo que imaginamos, sino más extraño de lo que podemos imaginar.

Autor

  • Antonio comenzó a investigar los fenómenos anómalos desde muy niño, especializándose en la investigación ufológica. Su perspectiva ha sido siempre crítica y racionalista, aunque no negacionista. Piensa que cada caso debe ser investigado hasta sus últimas consecuencias, pero que eso no puede conducir a inventar respuestas, ya sea en uno u otro sentido. Pronto se unió al Consejo de Investigadores Ufológicos Españoles, donde aprendió las técnicas de la investigación de campo de veteranos como Ramón Navia. Antonio Salinas desarrolló el Proyecto CATAGRA, una catalogación sistemática de los avistamientos OVNI ocurridos en la provincia de Granada. Participó en la fundación de la S.I.B., desarrollando estatutos y reglamentos y toda la documentación necesaria.

    Ver todas las entradas