Atrapados por los ovnis

¿Qué sucede cuando lo desconocido nos encuentra a nosotros? Existe una realidad palpable, documentada por testigos directos: la interacción con Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP) puede tener consecuencias reales y a veces devastadoras para la salud humana. Este artículo se basa en el riguroso informe titulado «Potential health effects associated with exposure to Unidentified Anomalous Phenomena (UAP)», publicado el 25 de agosto de 2025, un trabajo pionero que consolida la evidencia disponible y nos obliga a considerar los FANI no solo como un misterio aeronáutico o existencial, sino como un problema de salud pública legítimo.

El documento, una revisión de la literatura científica y «gris», ha sido elaborado y validado por la Junta Asesora Médica de la Fundación uNHIdden, compuesta por médicos y psicólogos clínicos, y revisado por su Grupo de Investigación Académica, compuesto por psicólogos y sociólogos. En esencia, el resumen ejecutivo destaca que los UAP son objetos físicos reales con orígenes desconocidos, una afirmación corroborada por el gobierno de EE. UU. y el Informe Condign del Reino Unido. El documento presenta evidencia sólida de que la exposición a estos fenómenos puede causar efectos físicos, fisiológicos y psicológicos, con la radiación electromagnética (REM) como un probable mecanismo principal. El informe también subraya que la investigación clave realizada por agencias como la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) de EE. UU. permanece clasificada, y que la comunidad médica civil carece de la formación necesaria para abordar estos casos con el debido rigor científico.

La visión de un pionero: Jacques Vallée

Jaques Vallée
Dr. Jaques Vallée

El prólogo del informe, escrito por el astrofísico y renombrado experto en UAP, el Dr. Jacques F. Vallée, establece un tono sombrío y revelador. Con un doctorado en Ciencias de la Computación de la Universidad de Northwestern y una maestría en Astrofísica de la Universidad de Lille, Vallée comenzó su carrera como astrónomo en el Observatorio de París, co-desarrollando la primera cartografía computarizada de Marte para la NASA. Más tarde, se convertiría en una figura clave en el estudio de los UAP y la inspiración para el personaje de François Truffaut en la película de Steven Spielberg Encuentros en la tercera fase.

Vallée describe una realidad frustrante: mientras que los médicos occidentales tienen procedimientos para dolencias comunes, las lesiones por encuentros con UAP no encajan en ningún diagnóstico conveniente. El «cop con cortes de apariencia quirúrgica y pérdida de tiempo» es un caso que no se ajusta, lo que lleva a la sospecha y al estigma. Los testigos a menudo tienen miedo de contarle a sus doctores lo que realmente sucedió, por temor a ser ridiculizados o etiquetados como mentalmente enfermos. Por décadas, los ufólogos, a menudo voluntarios, han sido los «primeros en responder» en la mayoría de los casos civiles, asumiendo una carga enorme. Vallée concluye que, antes de que se pueda construir una visión general confiable, se necesitan «fuentes independientes y un trabajo serio», una necesidad que este informe busca abordar.


La situación actual: de la clandestinidad al reconocimiento oficial

La era moderna de los estudios sobreUAP se catalizó en diciembre de 2017 con un artículo del New York Times que reveló que el gobierno de EE. UU. había estado investigando activamente los FANI durante años. Esta investigación secreta, el Programa de Aplicaciones de Sistemas de Armas Aeroespaciales Avanzadas (AAWSAP), fue probablemente la iniciativa más extensa financiada por el gobierno de EE. UU. en este campo.

  • Confirmación oficial: En junio de 2021, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) publicó un informe desclasificado que confirmaba que algunos UAP son objetos físicos que exhiben características de vuelo inusuales y representan un riesgo genuino para la seguridad aérea. Comentarios de figuras de alto nivel, como el expresidente Barack Obama y el ex asesor de Seguridad Nacional H. J. McMaster, han validado la realidad de los avistamientos. Este reconocimiento no se limita a EE. UU.; el Informe Condign del Ministerio de Defensa del Reino Unido, basado en 10,000 avistamientos, concluyó que «la existencia de los FANI es indiscutible».
  • Problemas médicos confirmados: El informe Anomalous Acute and Subacute Field Effects on Human and Biological Tissues, producido por el programa AAWSAP para la DIA, concluyó que los humanos han sido lesionados por encuentros cercanos con UAPs. Se sugiere que el mecanismo principal de la lesión son los efectos de calentamiento de la radiación electromagnética (REM) en el rango de 300 MHz a 30 GHz.
  • Estigma y sus consecuencias: A pesar del creciente reconocimiento oficial, el estigma que rodea a la investigación de UAP persiste en la academia y la medicina. Un estudio de 2024 encontró que el 69% de los académicos temía el ridículo si realizaban este tipo de investigación. Este estigma tiene repercusiones directas, ya que impide que los investigadores y médicos tomen el tema en serio, afectando la atención que ofrecen a los afectados.

Casos de estudio: El impacto directo en los testigos

El informe destaca varios casos históricos de FANI que demuestran la gama de efectos fisiológicos sufridos por los testigos.

  • Valensole (1965): El granjero Maurice Masse afirmó haber presenciado un objeto en forma de balón de fútbol americano y dos seres de tamaño infantil. Tras el encuentro, sufrió una parálisis temporal y sus patrones de sueño se vieron gravemente afectados durante más de un año. Las plantas de su jardín se marchitaron, y un análisis del suelo mostró un alto contenido de calcio y la ausencia de gusanos de tierra en el lugar del aterrizaje.
  • Falcon Lake (1967): El mecánico Stefan Michalak observó un objeto en forma de cigarro en el lago Falcon. Tras acercarse y tocarlo, sintió una ráfaga de aire caliente que lo derribó, quemando su ropa y su piel. Sufrió náuseas, dolores de cabeza, diarrea, desmayos y quemaduras de primer y segundo grado en el pecho y el abdomen. El caso está bien documentado, con evidencia forense que incluye una rejilla de quemaduras en su piel y un objeto metálico contaminado con isotopos radiactivos.
  • Colares (1977): Durante un período de cuatro meses, los residentes de la isla de Colares en Brasil reportaron encuentros con objetos luminosos que disparaban haces de luz. Los testigos sufrieron lesiones en la piel, dolores de cabeza, mareos y anemia. La «operación platillo» de la Fuerza Aérea Brasileña documentó el fenómeno y recogió testimonios de las víctimas, que sufrían de fatiga crónica y marcas de pinchazos en la piel, como si la energía del objeto hubiera absorbido su sangre.
  • Cash-Landrum (1980): Betty Cash, Vickie Landrum y su nieto Colby Landrum, observaron un objeto con forma de diamante emitiendo un calor intenso en un camino rural de Texas. A pocos minutos, el objeto se elevó y una ráfaga de aire caliente llenó el área. Los testigos sufrieron quemaduras, inflamación ocular, pérdida de cabello, diarrea, vómitos y debilidad extrema. Las víctimas, gravemente enfermas, desarrollaron síntomas consistentes con la exposición a radiación de microondas o infrarroja, a pesar de los estudios gubernamentales que descartaron la exposición.
  • Rendlesham (1980): Tres militares de la Fuerza Aérea de EE. UU. presenciaron un objeto triangular flotando en el bosque de Rendlesham. El Sargento Jim Penniston tocó el objeto y afirmó experimentar una conexión telepática con él. Posteriormente, informó de amnesia parcial y una «programación binaria» que se le había transferido telepáticamente. El Teniente Coronel Charles Halt, líder del equipo de seguridad, presenció el objeto y, a pesar de no tocarlo, sufrió síntomas consistentes con la exposición a radiación no ionizante, incluyendo fatiga y náuseas.
  • El Catálogo de Schuessler (1996): John F. Schuessler, del Mutual UFO Network (MUFON), compiló un catálogo de 87 tipos de efectos fisiológicos relacionados con los UAP, incluyendo parálisis, descargas eléctricas, sensación de calor, quemaduras, sangrado nasal y pérdida de tiempo. Este catálogo se ha convertido en una referencia clave para el estudio de las lesiones por UAP.
  • Encuentros con naves de diferentes formas: El informe también detalla cómo los efectos biológicos pueden variar según la forma de la nave. Por ejemplo, los objetos esféricos se han asociado con náuseas, visión borrosa, dolores de cabeza, vértigo y la «sensación de hormigueo en la columna vertebral», mientras que las naves irregulares u orgánicas se han relacionado con sensaciones de calor o frío, olores inexplicables (como el ozono) y angustia psicológica.

Un problema emergente

El informe de la Fundación uNHIdden ha desmitificado un tema a menudo relegado a la pseudociencia, estableciendo que los encuentros con FANI pueden causar daños físicos, fisiológicos y psicológicos. Casos como el de Valensole y Cash-Landrum demuestran que los efectos pueden ir desde quemaduras y parálisis hasta enfermedades autoinmunes y efectos neurológicos, un claro llamado a la acción para la comunidad médica y de investigación.

Este primer análisis se ha centrado en la evidencia de que el daño es real y ha explorado algunos de los casos más notables. En un próximo artículo, profundizaremos en la caracterización específica de las lesiones reportadas por los testigos, explorando los mecanismos posibles detrás de ellas y las implicaciones para la salud a largo plazo.

Autor

  • Antonio comenzó a investigar los fenómenos anómalos desde muy niño, especializándose en la investigación ufológica. Su perspectiva ha sido siempre crítica y racionalista, aunque no negacionista. Piensa que cada caso debe ser investigado hasta sus últimas consecuencias, pero que eso no puede conducir a inventar respuestas, ya sea en uno u otro sentido. Pronto se unió al Consejo de Investigadores Ufológicos Españoles, donde aprendió las técnicas de la investigación de campo de veteranos como Ramón Navia. Antonio Salinas desarrolló el Proyecto CATAGRA, una catalogación sistemática de los avistamientos OVNI ocurridos en la provincia de Granada. Participó en la fundación de la S.I.B., desarrollando estatutos y reglamentos y toda la documentación necesaria.

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